Pocos lo pueden poner en duda. Las redes sociales son el fenómeno comunicativo del momento, quizás porque incide en aquello más esencial del ser humano: el hecho de ser un animal social, que crea relaciones y comunidades, que necesita interactuar con sus semejantes. En las redes, nos informamos y nos expresamos. Nos mostramos como individuos con personalidad propia (con gustos, ideologías, pensamientos, amores…) y nos hacemos escuchar. Probablemente de ahí viene su éxito.
Entiendo que las actuales redes sociales, sin embargo, no son capaces de satisfacer de forma plena las necesidades del individuo a causa, sobre todo, de sus deficiencias en el planteamiento o en el uso que en la mayoría de casos se les ha dado. Aquí van algunos de esos déficits que detecto en las redes más de moda (y pienso, sobre todo, en Twitter, una red social de mi agrado, pese a las críticas que puedo reconocer en ella, y Facebook (una red que me gusta bastante menos.
1. Fomentan las psedorrelaciones. ¿realmente consideras amigos a tus contactos en las redes sociales?
2. Alimentan la vanidad. ¿Para qué quieres más amigos en la red de Mark Zuckerberg? Para agrandar tu ego, según aquel estudio que ya enlacé en un post anterior y que aseguraba que las personas con más amigos en la red más poblada son más narcisistas que el resto.
3. Dificultan saber quién se interesa por ti. Hablas, hablas y hablas. A veces obtienes respuestas, pero en la mayoría de los casos no sabes quién es el receptor de tu mensaje. ¿Para quién hablas?
4. Incitan al cotilleo. A ver quién es amigo de quién, quién opina y acerca de qué opina.
5. Inducen a confundir perfiles con personas. ¿De verdad crees que tienes tantos amigos como insinúa tu muro?, ¿has oído aquello de ‘eres más falso que un amigo de Facebook’?
6. Rompen los límites entre los diferentes roles y momentos de una persona. Recuerda: lo que hagas en una noche de fiesta puede afectarte en tu trabajo o en tu relación de pareja. Si eres profesora, no te dejes fotografiar con un vaso de vino y otro de cerveza en la mano, es el ABC de la red social.
7. No perdonan los errores. El viento se lleva las palabras pero no si están escritas en una red social. Si metes la pata, quizás te pase factura en breve. ¿Sabes que dicen que Facebook está detrás de un tercio de los divorcios en Reino Unido? ¿Y que Facebook sirve a los abogados matrimonialistas para obtener argumentos perjudiciales para la pareja de su cliente en el 20% de los casos?
8. Hieren la privacidad. Todo estará en Google. Tú eres una parte de Google.
9. Promueven la superficialidad. ¿De verdad lees todos los enlaces en los que clickas el ‘me gusta’ o retuiteas?
10. Son adictivas. ¿Qué hago yo un sábado por la tarde escribiendo en mi blog, buscando información de Facebook y tuiteando mis post?
Soy consciente de que todo lo que yo interpreto como imperfecciones de las redes dependen en gran medida del uso que se les dé. Sin embargo, creo que la mayoría de personas, por ese uso que le dan a las redes, se topan con estos hándicaps. ¿Estás de acuerdo conmigo?, ¿le añadirías alguna imperfección más?, ¿confías en la aparición de alguna red social que supere todos estos déficits?
Pau
/ 27/04/2012Hola Cristina,
Muy buen análisis. Yo subrayaría un elemento básico que está detrás de numerosas bajas de las redes sociales o de perfiles inactivos y que tu apuntas en algunos puntos: el descontrol por parte del usuario de los contenidos publicados
¿Quien realmente ve mis contenidos y con qué fines?
¿Solo las personas que yo conozco o que he agregado, y siempre según mi configuración de privacidad?
¿O tambien personas (o aplicaciones) que yo no conozco monitorizan mis contenidos y mi navegación dentro de las redes sociales?
¿Cuales son los límites de mis espacios y contenidos compartidos? Unicamente la red social donde acontecen o tambien las redes con las cuales mi red ha sellado alianzas y que yo probablemente desconozca? Por ejemplo: Mis contenidos en Google Plus son vendidos en las plataformas publicitarias de Google (AdSense, Adwords..etc)
En los albores de la web social, las primeras estrellas ya no brillan con la misma intensidad. Al contrario, presentan zonas «oscuras» que pueden acabar por apagarlas
Saludos!!
Pau
Cristina Vives
/ 27/04/2012Hola Pau. Sí, creo que tienes razón. Creo que, pasada la primera etapa de entusiasmo ante la irrupción de las redes sociales y de sus infinitas posibilidades, cada vez más personas se están replanteando el valor de la privacidad y de la intimidad. Cada vez somos más los que queremos tener el derecho a mantener nuestras opiniones, experiencias e inquietudes algo más protegidas. Y también cada vez a más gente le molesta la falsa gratuidad de las redes. En Internet nada es gratis, no pagas por usar Facebook, pero Facebook te utiliza para ganar dinero gracias a lo que tú dices. Y ahora empezamos a concienciarnos de ello.
Un saludo y gracias por tu comentario.