Seducir al viajero social. Ese debe ser el primer objetivo de cualquier estrategia de marketing digital en la industria turística. El objetivo no es vender, no es llenar el hotel, no es ofrecer un menú más barato que el restaurante de la esquina. El objetivo es que te amen. Y no te subestimes: No sólo amamos a los más guapos, inteligentes o brillantes. Ni siquiera amamos a los que decidimos amar. Si tu hotel no es el mejor, ni el más cercano a la playa, ni el más céntrico, si tu restaurante no tiene el mejor chef ni aspira a esa estrella Michelín de la que presume tu competidor no sufras, a ti también te pueden amar.
Pero para que te amen, primero te tendrán que conocer. Y una buena estrategia de marketing digital es clave para darte a conocer. Piensa, vuelvo a remitirme al estudio de Territorio Creativo del que hablaba en el post anterior, que el 96% de los viajeros busca información sobre su destino en Internet y el 63% de ellos lo ha hecho previamente en los motores de búsqueda (es decir, en Google). Al parecer, más de la mitad de los usuarios inician su búsqueda de hotel por el buscador y después contrasta los resultados en redes sociales. Las recomendaciones de amigos y otros usuarios serán después clave en su decisión.
Así que ya sabemos por dónde empezar: posiciónate en Google (algo tan sencillo de decir como difícil de conseguir). Deja en manos de un profesional la gestión de tu blog corporativo, donde irá creando contenidos que deberán ser excelentes si quieres diferenciarte de tu competencia y sobresalir. Esos contenidos te ayudarán a posicionarte en Google porque te permitirán mantener tu página web constantemente actualizada, te permitirán el uso frecuente de palabras clave, aumentará el tráfico de la web y te ayudará a conseguir enlaces entrantes (backlinks) y salientes, condiciones todas ellas que Google valora para alzarte a las primeras posiciones de sus resultados de búsqueda.
Una vez posicionado, recuerda: La honestidad es indispensable en la web social. Las mentiras se pagan con severas crisis de reputación que pueden destruir primero tu imagen y en consecuencia incluso tu negocio. Si tu hotel está a un kilómetro de la costa, no escribas que está “a cinco minutos de la playa”. En la revista de un tour-operador colaba, en el Internet social no. Di la verdad, y prepárale una oferta más interesante que la que ofrezcan los hoteles de primera línea de la playa.
Las redes sociales te servirán para tratar de viralizar (expandir, dar a conocer) el contenido creado en el blog y para dar forma a una comunidad interesada por tu servicio o producto. Una comunidad que quiere sentirse cerca de ti, quizás porque ha sido feliz experimentando tu propuesta (seas un hotel, un parque de atracciones o un monumento) quizás porque imagina que lo será al hacerlo.
Felicidad. Sé ambicioso. El turismo es uno de esos sectores que puede permitirse hablar de felicidad. ‘Vender’ felicidad. Porque en vacaciones, visitando otros países, otras culturas, cerca de alguien a quien ama, lejos de las preocupaciones, el viajero acepta que le prometan felicidad. Que le pidan amor. Y que se lo den. Y es que un viajero social seducido por ti será un viajero que te recomendará. Y para el 91% de los viajeros (Territorio Creativo dixit), las recomendaciones de los amigos sirven más que la publicidad.
Recomendaciones de amigos y de blogueros, claro. Las bitácoras de viajes son una pieza fundamental para preparar unas vacaciones. Dan información más personal y fresca que los itinerarios oficiales, tienen una mayor credibilidad porque se les presupone alejados de cualquier interés comercial y cuentan cosas que las guías olvidan, a veces premeditadamente (actividades gratuitas, por ejemplo). Así que una buena estrategia de Social Media no debe olvidar que los blogueros de viajes (los hay de altísima calidad) pueden ser un aliado fundamental para dar a conocer nuestro servicio. Habla con ellos, interésate por lo que escriben, por sus necesidades, invítalos a conocerte in situ, trátales bien. Te advertimos de que no los podrás comprar, sólo hablarán bien de ti si consideran que lo mereces; en caso contrario, su reputación online se vería perjudicada y su poder prescriptor descendería.
Ergo, en definitiva, invierte en seducción. Invierte en marketing de contenidos, en Social Media, en generación de engagement. No inviertas en banners. No impresionan al viajero de la web social.
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Si te ha interesado este post, puedes leer la primera parte:
Marketing para el turismo: ¿Cómo seducir al viajero social? (I)
travesiasyalgomas
/ 08/07/2013en realuidad sirve este marketing para todo…
Cristina Vives
/ 09/07/2013Hola compañero,
Sí, tienes razón. Son principios generales para elaborar una estrategia de marketing enfocados al sector del turismo pero que, efectivamente, se pueden reconducir a cualquier otro nicho de negocio.
Un saludo