Convendréis conmigo en que toda la vida ha habido influencers.
Desde el novio de aquella amiga que en los años 90 hablaba entusiasmado de una discoteca hasta la vecina del quinto (vamos a poner el vecino, para no caer en estereotipos) que defendía la marca blanca de Mercadona o la cuñada que recomendaba una espuma que dejaba unos rizos sin igual.
Internet no inventó nada: Antes de la web 2.0 ya había personas con tirón cuyas opiniones y recomendaciones eran tenidas en cuenta por otras personas. (más…)