Forges: El periodismo inteligente

Decía Woody Allen en Todo lo demás, una de sus películas más injustamente poco valoradas, que “hay más lucidez en un chiste que en la mayoría de libros de filosofía”.

Ahora que el genial dibujante Antonio Fraguas Forges nos ha dejado, me viene a la cabeza la certera comparación del cineasta neoyorquino. Porque también hay más lucidez en un chiste de Forges que en la mayoría de periódicos, sean impresos o digitales. También, por haber, hay mucho más periodismo en una viñeta de Forges que en la mayoría de tertulias de radio y de televisión.

El periódico El País, la casa de Forges durante los últimos 23 años, le despedía hoy definiéndolo como “genial dibujante de medio siglo de historia de España”.

Más que dibujante, más que humorista gráfico, para mí Forges es un “periodista visual”. Porque a través del dibujo es capaz de captar, analizar y contar la actualidad. Un periodista con mayúsculas.

Algunos necesitan escribir mucho, o hablar mucho, robar mucho tiempo al ciudadano, para contar lo que está pasando.

Otros, los más brillantes, son capaces de captar la realidad, desnudarla de todo su artificio, quedarse con su esencia y comunicarla con claridad y concisión. Los genios, a todo ello, le suman una ingeniosa capacidad para trascenderla, habitualmente a través de esas armas tan poderosas que son la ironía y el absurdo.  

Es lo que le ocurre a Woody Allen –los gags de sus películas son píldoras de genialidad en monodosis- y lo que le ocurría, hasta ayer mismo, a Forges: Sus viñetas son agudos e ingeniosos análisis condensados de la sociedad y la política española.

Hoy las redes sociales y los medios de comunicación se han llenado de viñetas de Forges. Todos nos preguntamos si existe un sucesor para Forges y muchos responden que no. Que en medio del periodismo de trincheras que lo domina todo no puede nacer un dibujante humanista, crítico sin ser hiriente, entrañable sin ser casposo. Yo vuelvo la mirada a Twitter. Frecuentemente es la red social de la estupidez y la cobardía, del insulto fácil y la noticia falsa, pero otras veces se erige como la red social de la ironía y la brillantez. Hoy creo que los tuiteros tienen ante sí un reto: demostrar que el ingenio y el humor inteligente no han muerto.

A los que nos gusta el periodismo inteligente, el periodismo subjetivo y crítico pero a la vez desfanatizado, la muerte de Forges nos deja un gran vacío. Momento, pues, de revisar las muchas “verdades” que este periodista visual nos ha ido dejando en este contexto de postverdad.

Aquí unas cuantas:

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Para los que no conocéis la obra de Forges, y para los que conociéndola queráis recordarla, os dejo el link de El País donde están sus viñetas ordenadas cronológicamente: Forges en El País.

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4 comentarios

  1. Jenifer L. Johnson

     /  05/03/2018

    …Y otra cosa que mencionas: las viñetas. Se me ocurre que podría ser un workshop excelente intentar poner 5 ideas claves (ideas, deseos, problemas, inquietudes…) en forma de viñetas. Usando toda la imaginación de uno e inventando personajes, objetos que hablan — cualquier cose.

    Creo que — ahora que lo pienso — podría ser un ejercicio de comunicación, innovación y creatividad fabuloso. Las posibilidades son muchas — Workshop de Viñetas.

    Very cool.

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  2. Cristina, I really like that you make us stop and think about the use of drawing mixed with a few words to communicate something often complex or hard to explore. I like the way you describe it as «visual journalism». This is a theme that is near to my heart because I am composing a book right now and much of the content is comics — drawings with a few words. It is a whole other universe for transmitting ideas between people. I have a new-found appreciation for this art and it seems like Forges was a master; according to your keen eye.

    I also think one element you mention deserves be underlined several times: the absurd. I find myself going to that place more and more. It is a treasure chest for communication, contemplation. And understanding.

    Because, well, how many fish does it take to change a lightbulb?

    Keep writing.

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    • Cristina Vives

       /  07/03/2018

      Hola Jenifer,

      Permíteme que te conteste con un chiste de Woody Allen (en castellano hay un refrán que dice “La cabra tira al monte”, y, ya ves, yo tiro ligeramente a Mr. Allen…)

      El chiste, sacado de Annie Hall:

      “Y recordé aquel viejo chiste. Aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina. Y el doctor responde: ¿pues por qué no lo mete en un manicomio? y el tipo le dice: Lo haría, pero necesito los huevos. Pues eso es más o menos lo que pienso sobre las relaciones humanas, ¿sabe? son totalmente irracionales, locas y absurdas; pero supongo que seguimos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos.”

      Chiste absurdo, claro… Pero el absurdo permite entender y hacer entender cosas muy complejas. De eso saben mucho en América Latina, donde nació ese movimiento literario maravilloso que es el Realismo Mágico…

      Quedo a la espera de que nos vayas informando de los avances de tu libro… Será, no tengo duda, una obra imprescindible para todos aquellos que buscamos el porqué de las cosas…

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